BIBLIOTECA DEL CID

     El día 4 de abril nos desplazamos hasta la biblioteca del I.E.S. Cid Campeador de Valencia, Premio Nacional de Bibliotecas Escolares 2006. Tocamos al timbre y nos recibió una voz muy amigable que provenía del telefonillo que había al lado de la puerta. Entramos y pudimos observar unas instalaciones muy cuidadas y estéticamente limpias, con jardines a ambos lados de la entrada y un gran edificio central muy sobrio, pintado con colores neutros (blanco y gris).

    

Fotografías del blog de la biblioteca.

      Nos dirigimos hacia la puerta de la biblioteca que se encuentra separada del resto del centro y cuyo acceso está limitado a alumnos y profesores del instituto. Fuimos recibidos por Jorge Torres Sauquillo, el bibliotecario que se ocupa de este amplio espacio dedicado a la lectura. La biblioteca cuenta con varias zonas de mesas y sillas habilitadas para el estudio y la lectura, además de de una zona de ordenadores.

   El bibliotecario nos explicó la actualización del antiguo sistema de fichas para ordenar los libros por el actual CDU (Clasificación Decimal Universal). Mediante este sistema, cada aportación que se hace a la biblioteca es incluida en su catálogo de libros. En las estanterías las obras están distribuidas de varios modos: a parte de la habitual clasificación alfabética, encontramos una clasificación temática y por niveles. Aunque Jorge no está a favor de condicionar la elección de los alumnos, dice que en ocasiones este sistema ayuda a las personas que no tienen un buen nivel de lectura.

    Un aspecto novedoso de este centro es que las revistas también son registradas en su base de datos y los usuarios son informados mediante mail de las publicaciones que van surgiendo: un "lujo", según nuestra profesora. Aparte de esto, también nos sugirió distintas herramientas con las que encontrar resultados específicos y artículos académicos (metabuscadores) muy útiles para realizar, por ejemplo, trabajos de investigación.

      El carácter vitalista e intelectual que transmitía nuestro guía durante la visita invitaba a ponerse a buscar, usar todas las herramientas que nos enseñó y a valorar más la labor del bibliotecario en los centros escolares. Además, nos motivó a leer lo que de verdad quisiéramos, como hizo él de pequeño con la filosofía, materia en la cual está licenciado. Supo transmitirnos su pasión por la bibliotecomanía e hizo que aprendiéramos un poco más sobre esa profesión.

   Una charla de gran utilidad, la amabilidad del bibliotecario y un buen fondo bibliográfico perfectamente organizado hicieron que esta visita fuera interesante y que pudiéramos comprobar por qué la biblioteca fue premiada. Ojalá todas las bibliotecas escolares pudieran contar con un bibliotecario.